La Fuente Móvil

EL REVERENDO

  • Por Editor R
EL REVERENDO

Hasta el alma dolió al gremio periodístico el fragmento de la carta de Duarte cuando habla que a Miroslava la grabaron con el celular de Corral y desde el despacho del entonces Góber Huevón. No lo dice César Duarte, pero se entiende que por eso jamás procesó a Alfredo Piñera y Pepe Luévano, los cómplices que utilizó para poner en la cruz a la periodista cruelmente victimada en la ciudad de Chihuahua. La Fuente se imaginó, de inmediato, a la maldita Corraleja, sentada en su oficina, junto a Pepe Luévano y Alfredo Piñera, dando la orden de grabarla con los propios teléfonos que él usaba. No tiene nombre esto, la verdad de las cosas, más que su arrodillamiento al crimen organizado, con el cual hizo tremendos pactos de impunidad que le permitieron a los narcotraficantes hacer y deshacer en la sierra y el estado entero. Acuérdense que cuando fue a Témoris, con Panchito Muñoz, el otro borrachín, y Carlos Borruel, en la misma avioneta, iban a ver a La China para recoger el maletín negro que les esperaba en la plaza principal del pueblo. Lisa y llanamente, con el perdón y la disculpa de todas las damas y caballeros que pudieran leer a La Fuente, Corral es una reverenda mierda. No hay otra expresión semejante, sinonimia alguna o frase alterna, con la cual pudiese mostrarse o dar a entender, cuanto hizo y es ese miserable Exgobernador que se la pasaba con la nariz roja y liqueante, así como con los ojos hinchados y la panza abultada, además de sucio y desaliñado.