[La inseguridad]

El tema de la inseguridad en la ciudad fue abordado por dos adultas mayores que hace unos días hacían fila en la farmacia del hospital Morelos del IMSS. Ambas fueron asaltadas en pleno centro de la ciudad.

La plática surgió porque un hombre salió de la farmacia encanijado lanzando padres y madres, ya que después de una hora en la fila sólo le entregaron parte del medicamento y una de las señoras le comento a la otra; pobre, pero parece que anda drogado, ya ve como andan ahorita las cosas con las drogas y con los robos.

Una de las mujeres empezó diciendo que un día andaba en el centro de la ciudad cargando su bolso en el que traía el dinero de su pensión, otro dinerito que había guardado, medicinas y sus documentos personales.

“Un ratero me tomo de sorpresa y me jaló la bolsa, no se la quería entregar pero me amenazó con darme un chingazo y no me quedó de otra más que dejarlo que se la llevara, me dio mucho miedo y coraje porque nadie me ayudó”.

Luego tocó el turno a la otra, quien para empezar, aseguró que cerca del Hospital Central la abordó por la espalda un asaltante quien le puso tremendo cuchillo para obligarla a que le entregara el bolso.

“Primero sentí el cuchillo en la espalda luego cuando alcancé a voltear vi el cuchillo, era como de este tamaño (unos 20 centímetros según las señas que hizo con sus manos) y pues ni modo, preferí que se llevara la bolsa para que no me enterrara el cuchillo”.

Luego siguió con la segunda parte, que fue el robo en su casa que sufrió, dijo que en unas horas le vaciaron su vivienda.

“Deje usted, cuando llegaron los policías a la casa uno de ellos me preguntó que si ya se habían huido los rateros, qué si ya había revisado si no había nadie en la casa y le dije, pues entre usted a revisar o si quiere présteme su pistola y yo reviso, así de plano”, narró la mujer.

Otras personas que las escucharon y que hacían fila se unieron a la amena charla de inseguridad, todos tuvieron algo que platicar, pues fueron víctimas del mismo tema.