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Buques de guerra se acercan por Maduro; venezolanos no se inmutan

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- Las experiencias previas han hecho que algunas personas se muestren escépticas ante la posibilidad de que el cambio político en Venezuela venga del exterior.

Durante al menos una década, en Venezuela han circulado rumores de que Estados Unidos iba a intervenir con tropas para derrocar a Nicolás Maduro, el autócrata del país. Los soldados nunca han llegado, y los esfuerzos respaldados por Washington para sustituirlo han fracasado.

Por eso, cuando el gobierno de Donald Trump inició un importante despliegue de fuerzas navales estadounidenses cerca de la nación sudamericana esta semana —lo que suscitó preguntas sobre si el presidente Trump está planeando una vez más un cambio de régimen—, los venezolanos respondieron con un poco de miedo y ansiedad, pero sobre todo con un merecido escepticismo.

“Sinceramente, no creo que el gobierno americano vaya a hacer nada en esta oportunidad”, dijo Pedro Martínez, de 52 años, conductor en la ciudad de Carabobo, cerca de la costa norte del país. “Ellos hacen sus anuncios, pero no pasa nada de nada. Llevamos muchos años en esto y ya no creemos los venezolanos en nadie, ni de aquí ni de allá”.

Recientemente, el Pentágono comenzó a desplazar activos de la Armada estadounidense, incluidos buques de guerra, al sur del mar Caribe, después de que Trump emitiera una directiva aún secreta en la que le pedía al ejército que utilizara la fuerza contra los cárteles de la droga latinoamericanos, incluido un grupo venezolano llamado el Cártel de los Soles.

Funcionarios del gobierno de Trump han dicho que la acumulación de fuerzas formaba parte de un esfuerzo por detener la entrada de drogas en Estados Unidos, al tiempo que calificaban a Maduro de líder ilegítimo.

En respuesta, Maduro dijo el lunes que estaba desplegando 4,5 millones de milicianos por todo el país. “Ningún imperio va a venir a tocar suelo sagrado de Venezuela, ni debería tocar suelo sagrado de Sudamérica”, dijo.

La fuerza miliciana a la que se refería Maduro está formada por voluntarios y es la menos preparada para la batalla de las ramas militares del país, dijo Carolina Jiménez Sandoval, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, un centro de investigación.

Es difícil encontrar datos creíbles sobre cualquier cosa en Venezuela. Sin embargo, Jiménez Sandoval dijo que no era plausible pensar que la milicia tuviera tantos miembros. La población de Venezuela es de unos 28 millones de personas. Calificó las cifras de Maduro como “una forma ostentosa de demostrar poder”.

“No creo que espere que la gente de verdad se lo crea”, añadió.

Pronto llegarán a la región hasta tres destructores de misiles guiados, según funcionarios estadounidenses, quienes han dicho que los buques de guerra atacarán barcos operados por cárteles de la droga que transportan fentanilo a Estados Unidos.

Durante mucho tiempo, Venezuela ha desempeñado el papel de centro de tránsito del tráfico de cocaína. Pero no hay pruebas de que se esté produciendo fentanilo en la región, afirmó Diego Garcia-Devis, experto en política mundial de drogas de Open Society Foundations.

Las motivaciones de la movilización militar estadounidense no están del todo claras.

Luz Mely Reyes, destacada periodista venezolana, dijo que Trump podría estar intentando presionar a Maduro para que negocie su salida.

Jiménez Sandoval dijo que es posible que Trump esté tratando de mostrar su dominio en la región, no solo a Venezuela, sino a actores regionales clave como México y Colombia.

“Trump sigue teniendo una fuerte mentalidad de gran superpotencia, aunque él se considera un aislacionista”, dijo.

Los rumores de una posible implicación militar estadounidense en Venezuela fueron más fuertes en 2019 y 2020, cuando el primer gobierno de Trump respaldó públicamente a un joven legislador venezolano, Juan Guaidó, calificándolo como el líder legítimo del país.

En abril de 2019, Guaidó apareció junto a soldados en una base militar y llamó a la población a alzarse contra Maduro. Pero el levantamiento nunca se materializó y Guaidó terminó huyendo del país, a Estados Unidos.

Este y otros intentos fallidos de derrocar a Maduro (incluido un intento de golpe de Estado en 2020 por parte de un exboina verde estadounidense) han hecho dudar a muchos venezolanos de que el cambio pueda venir del exterior.

Entre los escépticos se encuentra Elsa Pérez, de 43 años, que vende cosméticos y ropa en Carabobo.

“Yo dejé de creer en los gringos desde el tiempo del engaño de Juan Guaidó, que nos hicieron pensar en que de verdad habría un cambio de gobierno”, dijo el viernes. “¿Y qué pasó? Nada de nada”.

Los canales de televisión estatales emitieron esta semana imágenes de Maduro dando un discurso ante militares con uniformes de combate, y destacaron los mensajes de apoyo de China y Rusia, mientras Venezuela se enfrentaba a lo que el presidente llamó el “imperio gringo”.

Un locutor del canal Telesur acusó a Estados Unidos de participar en un “psicoterror”.

En el pasado, las amenazas al poder de Maduro se han traducido en medidas represivas contra la población civil. El año pasado, después de que una figura de la oposición, Edmundo González, pareciera haberlo derrotado en unas elecciones presidenciales, Maduro envió a las calles al ejército y a bandas paramilitares denominadas colectivos. Murieron unas dos decenas de personas y fueron detenidas unas 2000, muchas de las cuales siguen bajo custodia.

A menudo, las autoridades venezolanas han acusado a los manifestantes de estar dirigidos por fuerzas externas, incluido Estados Unidos.

Esta semana, mientras la gente observaba con nerviosismo los signos de represión interna, El Chigüire Bipolar, el sitio web de sátira política más conocido del país, encontró la manera de introducir cierta jocosidad en la situación.

Un titular decía: “Respetado periodista que aseguró que los marines venían en 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2020, 2021, 2022, 2023 y 2024 confirma que vienen en 2025”.

 

(Información de The New York Times) 

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