Sustituyen indocumentados por trabajadores temporales ante políticas migratorias
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Los trabajadores de una empresa de jardinería en Tennessee ya no se sienten seguros. Todos los días observan vehículos oscuros que patrullan entre las sombras y agentes encubiertos que vigilan los espacios donde antes reinaba la rutina y la confianza. Los rondines de la patrulla fronteriza los tienen en estado de alerta.
El michoacano Salomón, dueño de Martinez Lawn Care, también experimenta esa incertidumbre. Algunos empleados con los que ha compartido más de una década de trabajo, sol, lluvia y cansancio, han optado por irse. La necesidad de mantener el funcionamiento de su negocio y el temor a las razias ha provocado que sustituya a migrantes sin papeles por trabajadores con visas temporales.
La situación ha cambiado
Las nuevas políticas migratorias de Donald Trump buscan sancionar por diversas vías a quienes empleen indocumentados y, por ello, los empresarios ahora revisan con lupa el estatus migratorio de sus trabajadores.
De acuerdo a una estimación de MILENIO elaborada con cifras del Departamento del Trabajo (DOL, por sus siglas en inglés), las autoridades de Estados Unidos otorgaron alrededor de 370 mil visas temporales en 2023 y casi 500 mil en 2024. Tan sólo en lo que va del 2025 –entre enero y junio– ya han sido concedidos medio millón de permisos.
Estas visas permiten a ciudadanos extranjeros emplearse por ciertas temporadas y tienen dos modalidades: las licencias agrícolas (H-2A) y los permisos para oficios no agrícolas (H-2B). La vigencia depende de las características de la actividad.
Los permisos son exclusivos para empleos no permanentes, y los patrones deben demostrar que no hay suficientes trabajadores estadunidenses disponibles para cubrir esos puestos.
La empresa Martínez Lankier es una de ellas. Tiene un equipo de jardinería que desde hace una década trabaja en Tennessee cortando pasto, removiendo arbolado, sembrando flores y construyendo caminos, una de las actividades que mayor escasez de mano de obra manifiesta en este 2025.
El lado oscuro de las visas temporales
Defensoras de los derechos humanos y congresistas estadunidenses han documentado el lado oscuro de las visas temporales: abusos contra los trabajadores, falta de vigilancia de los gobiernos estatales involucrados e injerencia del crimen organizado.
El Economic Policy Institute (EPI), un centro de estudios con sede en Washington, señala que las visas H-2 propician el tráfico de mano de obra forzada.
“Así, lo que sobre en el papel es una vía de migración segura. En la práctica funciona como un filtro que selecciona a los más vulnerables para ser abusados por los intermediarios y los ata a un patrón”, plantea el informe.
Los mexicanos reciben la mayor cantidad de visas de trabajo temporal: representan alrededor del 90 por ciento de los permisos H2-A y el 65 por ciento de las licencias H2-B, revela un análisis del Instituto de Política Migratoria (MPI por sus siglas en inglés).
Un tercio de los migrantes se emplean como yeseros, estucadores, instaladores de paneles y colocadores de techos. Otras fuentes de trabajo se encuentran en la construcción, la agricultura, la hotelería y los servicios de limpieza. Los trabajadores forestales y en el ámbito de la conservación también tienen buena demanda.
Auge de las visas temporales
El incremento de ofertas de empleo para trabajadores temporales es una tendencia creciente en los últimos años. Ya en 2010 la cifra era mayoritaria para las visas H-2A, de trabajos agrícolas –que sumaron 52 mil– mientras que las H-2B de oficios como construcción, paisajismo, jardinería o herrería sumaban 33 mil documentos.
Pero a partir del 2015, según el Departamento del Trabajo, se rebasó por primera vez la barrera de los 100 mil permisos para las faenas en el campo y otros 50 mil para los demás oficios. Y no ha parado.
En 2023 se reconoció “un máximo histórico” de visas aprobadas H-2A y H-2B: 284 mil y 85 mil respectivamente, pero un año después ese récord se quedó atrás: escaló a 380 mil para el sector agrícola y 131 mil visas H-2B.
Pero este 2025 es inédito: el número de visas para el campo sigue siendo ilimitado; no así en el caso de las H-2B, que tienen topes según mandato legislativo.
El presente año, aunque en el Congreso se autorizó el mismo número de visas H-2B en comparación con 2024, entre enero y junio de 2025 ya había 231 mil solicitudes por parte de empresarios de varios estados del país, a quienes les urge mano de obra.
Apenas van seis meses y ya se rebasó por mucho el número de peticiones de todo el año anterior, cuando sumaron 215 mil plazas.
De acuerdo con el American Immigration Council, una organización sin fines de lucro en Estados Unidos, los sectores con mayor dependencia de mano de obra indocumentada coinciden con áreas donde se han incrementado las solicitudes de visas para trabajo temporal.
Y justo ahí la persecución de las fuerzas punitivas de Trump deja un socavón laboral, demuestra el Consejo de Inmigración en un estudio. Y cita ejemplos: uno de cada tres yeseros, estucadores, instaladores de paneles o colocadores de techos en la Unión Americana no tienen documentos; uno de cada cuatro obreros agrícolas, jornaleros y personal de limpieza, tampoco.
(Información de Milenio)
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