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De cura a cirujano: así operó el defraudador más buscado

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- Clientas mediante redes sociales describen que José Luis 'L' tenía precios muy accesibles en sus procedimientos.

Decía esculpir cuerpos, pero no tenía licencia. Sostenía bisturí sin cédula médica y presuntamente puso en riesgo de muerte a por lo menos tres mujeres al hacerse pasar como especialista en medicina estética. Además, este hombre que decía ser doctor se hacía pasar por sacerdote y hasta falsificó firmas de un obispo y de un arzobispo para intentar robar reliquias.

Entre los quirófanos improvisados y los altares profanados, la vida de José Luis 'L' se teje como un relato oscuro, mitad fraude médico y mitad sacrilegio, que hoy lo tiene como uno de los más buscados en Tamaulipas.

Las investigaciones

Estela quería tener el cuerpo de sus sueños, así que el pasado 2 de junio se sometió a una liposucción. Pensó que estaba en buenas manos, pues el joven médico José Luis presumía en las redes sociales de su clínica Bellum que la International Medical Journal, una revista de investigación médica, lo reconocía como uno de los mejores en el campo de la medicina estética a nivel internacional.

El joven, de 29 años, abrió su clínica en 2022, aunque ya había ejercido en otra haciendo procedimientos estéticos, como se muestra en sus redes sociales. Muy cerca de donde instaló su consultorio, en la colonia Unidad Nacional, un sector residencial de petroleros en Ciudad Madero, en el sur de Tamaulipas, decía ser especialista en medicina estética y en armonización facial, procedimientos quirúrgicos estéticos, entre otros 18 servicios.

Su discurso era de modernidad y accesibilidad: belleza al alcance de todos.

Sin embargo, el Registro Nacional de Profesionistas revela que José Luis 'L' presuntamente recibió apenas el 17 de junio su cédula profesional como médico cirujano, pero ya el 2 de junio le había practicado la liposucción a Estela.

Los abogados de la joven aseguran que le extrajo más de cinco litros de grasa del abdomen, cuando la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos recomienda que en un solo procedimiento no se rebasen los cuatro o cinco litros.

Lo anterior provocó que Estela convulsionara después de la intervención, además de presentar otros problemas de salud.

Como ella, hay otra joven que se sometió a una operación de implantes mamarios y, según fuentes de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas, existe una denuncia más.

Por estos casos, un juez otorgó una orden de cateo a la dependencia encargada de impartir justicia, la cual, durante un operativo mixto de elementos de Marina y Defensa, así como personal de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, cerró casi por completo la calle Hidalgo para ingresar a la clínica, revisar sus archivos y consultorios.

El joven médico todavía no está detenido, pero es buscado por la policía.

En su contra existen cuatro distintas acusaciones ante la Fiscalía: usurpación de profesión, responsabilidad técnica médica administrativa, fraude genérico y lesiones culposas. Tras el operativo, la clínica Bellum fue clausurada por la Coepris.

Sus clientas escriben en redes sociales que José Luis 'L' tenía precios muy accesibles en sus procedimientos, además de describirlo como un médico dedicado.

“En mi experiencia fue súper atento y profesional durante y después de mi cirugía, muchas veces no seguimos al pie de la letra las recomendaciones o tratamientos después de, y para mí es un excelente (doctor)”, comentó Eymi, una mujer que asegura haber sido su paciente.

El fraude religioso

La vida de José Luis 'L' parece sacada de una película. En 2019, presuntamente se hizo pasar por sacerdote, en ocasiones como clérigo y en otras como laico.

Con documentos falsos se acreditaba como miembro de la Cofradía del Santuario de las Reliquias y recorría las iglesias del sur de Tamaulipas, donde solicitaba a los párrocos reliquias —objetos o restos físicos de personas santificadas— para llevarlas a un santuario que ahora se sabe no existe, o bien para la Capilla de los Mártires de la catedral de Tampico.

Para ello presentaba documentación falsa en la que aparecían firmas del obispo José Luis Dibildox, fallecido un año antes, así como del administrador apostólico de la diócesis, arzobispo Rogelio Cabrera López.

El joven doctor llevó el engaño más lejos: envió cartas al Vaticano solicitando reliquias para un supuesto santuario que dijo se ubicaría en la colonia Tancol, en la zona norte de Tampico, pero el lugar resultó ser un lote baldío.

Monseñor Elías Gómez, exvicario de la Diócesis de Tampico, aseguró que falsos sacerdotes hay muchos, pero lo que le llamó la atención de este caso era que quien hoy se presenta como el doctor José Luis en aquel tiempo era muy joven —entonces tenía 23 años— y además tenía un plan de acción concreto, con documentos falsos que llevaban sellos muy similares a los de la Diócesis de Tampico en sus papeles oficiales.

La investigación estuvo en ese momento a cargo del propio monseñor Gómez Martínez, por lo que la Diócesis de Tampico decidió boletinar al joven en todas las iglesias católicas de los municipios de Aldama, Altamira, Antiguo Morelos, Nuevo Morelos, Ciudad Mante, Ciudad Madero, Gómez Farías, González, Ocampo, Xicoténcatl y Tampico.

El vicario relató de manera pública que se trataba de un joven que decía ser médico.

El contexto del boom estético
Lo ocurrido a tres mujeres que buscaban el cuerpo deseado en Ciudad Madero no son los únicos casos en un estado donde las cirugías y procedimientos estéticos aumentaron 20%, de acuerdo con cirujanos plásticos de Tamaulipas.

En 2023, dos clínicas fueron clausuradas en Matamoros luego de que ocho pacientes —cinco de ellos provenientes de Estados Unidos— contrajeron meningitis tras operarse en esa ciudad, donde los procedimientos eran hasta 40 por ciento más baratos. Uno de los extranjeros murió.

La meningitis es una inflamación de los tejidos que rodean el cerebro y la médula espinal, provocada por una infección causada por bacterias, virus, hongos o parásitos.

Una comisión binacional investigó a 168 pacientes que se sometieron en esa ciudad fronteriza a procedimientos quirúrgicos con anestesia epidural.

Ese año cerró con un total de 16 clausuras de clínicas estéticas por parte de la Comisión Estatal contra Riesgos Sanitarios, debido a que el personal no contaba con la capacitación requerida para realizar los procedimientos ofertados.

Entre las irregularidades detectadas estaban la falta de credenciales sanitarias, instalaciones inadecuadas, material caducado y personal sin certificación académica, lo que derivó en amonestaciones, multas y clausuras temporales o definitivas.

La situación obligó al Congreso del Estado a aprobar en febrero de este año sanciones contra clínicas y cirujanos “patito” que ofrecen belleza, pero dejan lesiones, secuelas e incluso fallecimientos.

Las penas van de 6 a 8 años de cárcel para quien inyecte o aplique sustancias modelantes con fines estéticos y cause daños o alteraciones a la salud de manera temporal o permanente. La sanción se incrementará a la mitad si la persona que realiza la aplicación o tratamiento es profesional de la salud, esteticista, cosmiatra, cosmetóloga u otro similar.

El diputado que presentó la iniciativa, Sergio Arturo Ojeda Castillo, aseguró que Tamaulipas, gracias a su privilegiada ubicación fronteriza con Estados Unidos, sus costos competitivos y servicios de calidad, se posiciona como un destino atractivo para pacientes internacionales que buscan tratamientos médicos y estéticos.

“Por ello, se requiere generar un marco legal para que los tamaulipecos y las tamaulipecas, así como los turistas, accedan a estos servicios en condiciones seguras”, dijo en la exposición de motivos.

Las muertes que estremecen

El 29 de enero pasado, la población del sur de Tamaulipas se estremeció al conocer la historia de Denisse Reyes, una joven influencer que falleció luego de someterse a una cirugía estética en una clínica de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Ella se sometió a una cirugía de lipoescultura el domingo 26 de enero en la clínica Médica San Pablo, la cual no contaba con la autorización correspondiente para realizar ese procedimiento.

Horas después de la intervención, durante su recuperación, comenzó a presentar síntomas graves. La clínica no tenía los insumos suficientes para atender la emergencia. El médico que la operó decidió trasladarla a un hospital, pero en ese momento quienes la habían intervenido se desentendieron de su salud. Tres días después murió de un paro cardíaco.

Apenas el 13 de agosto, la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León ejecutó un cateo en la clínica donde murió una joven de 25 años durante una cirugía estética en Monterrey.

La víctima, Jaqueline Yamileth Briones Torres, originaria de Saltillo, causó conmoción y encendió el debate sobre los riesgos de las cirugías estéticas y la responsabilidad de las clínicas que las realizan.

Jaqueline viajó a Monterrey con la ilusión de someterse a una lipoescultura en una clínica ubicada en la zona del Obispado. La noche del martes, durante el procedimiento, sufrió una hemorragia que le provocó la muerte, de acuerdo con las primeras investigaciones de la Fiscalía de Nuevo León.

El médico encargado de la intervención fue identificado como Sergio González, y el caso ha detonado una ola de reclamos en redes sociales contra la clínica y contra la empresa financiera que gestionó el pago del procedimiento.

 

(Información de Milenio)

 

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