FUERTE Y CLARO

Fuerte y claro como es, Pancho Barrio puso el dedo en la llaga y le puso el cascabel al gato al señalar la escandalosa corrupción que se vive en el municipio, inédita e histórica para muchos. Señaló directamente al hermano incómodo Alejandro Pérez Cuéllar como pieza importante en el entramado de la corrupción municipal, esa que llevo a Crucito a acumular una colección de denuncias en órganos anticorrupción, incluyendo Fiscalía Anticorrupción. Ninguna lo ha mencionado pero es un secreto a voces. Todo se arregla en la oficina de Alejandro. El ex gobernador los puso como ejemplo de la corrupción que se vive rampante en el país. En banquetera con medios nacionales y locales se le cuestionó ¿Qué opina del gobierno de Morena en Ciudad Juárez?. Justamente, es de lo que estamos hablando, es una de sus principales notas, de sus principales características. Yo veo ahorita un ambiente muy parecido al que yo encontré aquí cuando en 2013 regresé de Canadá. Se hablaba en todas las mesas de la corrupción de César Duarte y nadie se atrevía a decir eso mismo en público, en alto. Eso era soterrado, era callado y así estamos ahora; todo mundo habla de las cantidades que se le tiene que dar al municipio para que autorice trámites para que autoricen documentos, licencias de construcción, lo que usted quiera; primero es pasar a la oficina de Alejandro Pérez Cuéllar, del hermano, a reportarse y luego ya puede pasar a hacer el trámite y no crea que es cualquier cosa se habla de cantidades grandes, señaló claramente y en el tono norteño que siempre lo distinguió. Yo lo veo muy parecido al fenómeno que se vivió con César Duarte, recalcó. Los Pérez Cuéllar fueron en sus tiempos ahijados de Pancho, pero como muchos terminaron dejando los principios del panismo para entregarse a la conveniencia y al pragmatismo de ganar por ganar, no importa el partido y terminaron siendo ahijados y pupilos de César Duarte. Hoy van en la contienda electoral, uno para reelegirse y otro que quiere ser diputado por el Partido Verde.