
Para Ripley, por increíble que parezca, pero la pinol en el Congreso del Estado empezó a extrañar a Everardo Rojas, el defenestrado Secretario de Asuntos Parlamentarios que era casi tan odiado en la Torre Legislativa como Corral en el Estado. Es que, dicen, el sucesor Oscar Díaz rebasó todas las expectativas a grado tal que desearían haber aplicado ésa de que más vale malo por conocido que bueno por conocer. De Oscar dicen que es un hombre gris, con evidente desconocimiento del proceso legislativo y de la política camera, indolente con el personal al que castiga con descuentos salariales por llegar tarde. En contraparte, Rojas era un perito en el manejo de las leyes, sangrón a más no poder, pero bueno en su área como pocos, además de tener el ojo alegre como pecado original concebido. Ya despidió a Brenda González, hija del finadito Profetsore Migue Angel y entablo pleito con Judith Estrada, la de Recursos Humanos que dicho sea de paso, no es una perita en dulce, la verdad de las cosas. También trae pleito con los Diputados del tricolor y con los de Movimiento Ciudadano. Morena no ha dicho nada al respecto pero El Cuauhtemochas podrá sacar a flote algo al respecto en los próximos días.